El nombre Babka significa abuela en varios idiomas eslavos, es un dulce originario de Europa del Este y se prepara tradicionalmente en Pascua.
Yo me decanté por la versión judía, elaborado con masa fermentada tipo brioche y en forma de trenza. Para el relleno imposible resistirme a no ponerle chocolate y la pena fue no haberle puesto más, jejeje.
Con estas cantidades salen dos babkas, podéis dividir ingredientes a la mitad, hacer dos o guardar la otra mitad para hacer otra cosa. Eso fue lo que hice yo, otro día os lo contaré.
La humedad que le aporta la calabaza, el aroma de las especias y el sabor del chocolate hacen de este babka un dulce delicioso. Yo hice un trenzado muy sencillo, si queréis que quede más bonito aún, podéis luciros haciendo otro más complicado.
INGREDIENTES:
Masa: (para 2 babkas)
- 150 gr. de puré de calabaza asada bien escurrido
- 1 cucharadita de canela
- 1/2 cucharadita de jengibre
- 575 gr. de harina de fuerza
- 100 gr. de azúcar
- 1 cucharada de azúcar invertido
- 2 huevos grandes
- 80 gr. de leche
- 125 gr. de mantequilla
- 10 gr. de levadura fresca
- pizca de sal
Relleno: (para 1 babka)
- 25 gr. de mantequilla
- 50 gr. de chocolate negro
- 40 gr. de azúcar moreno
- 1 cucharada de cacao en polvo
PREPARACIÓN:
Deshacer la levadura en la leche. Poner en el bol de la amasadora con los huevos, la harina, el azúcar y el azúcar invertido. Amasar hasta que se integre.
Añadir entonces la calabaza con las especias y la sal y seguir amasando. Hacemos tres amasados cortos de 2/3 minutos con reposo de 10 minutos. Si preferimos podemos amasar a mano.
Añadimos la mantequilla y seguimos amasando hasta que la masa esté fina y elástica. Formamos una bola, la metemos en un bol engrasado, tapamos y la dejamos hasta que doble volumen. (También podéis optar por meterla en la nevera toda la noche. Yo es lo que suelo hacer, dejo que comience un poco la fermentación antes de meterla al frío y la saco también por la mañana con antelación para que atempere antes de formar)
Para el relleno derretimos la mantequilla y el chocolate al baño maría. Añadimos el azúcar moreno y el cacao en polvo. Integramos bien con una varilla.
Una vez fermentada la masa, la desgasificamos un poco y dividimos en dos. La aplastamos con los dedos formando un rectángulo y estiramos con el rodillo. Cubrimos la masa con el relleno, dejando borde libre para cerrarla. Enrollamos por el lado mas largo, como si formáramos un brazo de gitano y cortamos a la mitad longitudinalmente. Colocamos los dos cabos con el relleno hacia arriba y enrollamos uno sobre el otro.
Forramos un molde rectangular con papel de horno y con cuidado colocamos nuestra masa, tapamos y la dejamos fermentar hasta que doble volumen.
Con el horno precalentado a 180º horneamos unos 25 minutos. Dejamos enfriar nuestro babka antes de zampárnoslo!
Prepare uno hace tiempo en reposteras por Europa y quedo muy rico ,aunque no llevaba chocolate , este te ha quedado con una pinta impresionante
ResponderEliminarbss
impresionante cómo te ha quedado, yo hace tiempo que voy pensando en hacer un bakba, tiene que ser algo exquisito
ResponderEliminarTengo que prepararlo que estos dias mi nevera está con excedente de calabaza y algo tan rico bien merece la pena.
ResponderEliminarTe quedó espectacular ! Bss y feliz comienzo de semana.
Que estupendo te ha quedado,me llevo tu receta a pendientes¡¡¡
ResponderEliminarMuchos besitos¡¡
Tiene una pinta espectacular ¡BEsos mil!
ResponderEliminarSi entero se veía tentador, ese corte es muuuuucho... además es el tipo de pasteles que me pierden. Te ha quedado espectacular.
ResponderEliminarBesiños y feliz semana