Hay días en los que estamos un poco vagos, por cansancio o porque simplemente de vez en cuando apetece tener un día de relax, estar tumbadita en el sofá y no levantarse más que para ir al baño (y hasta para eso a veces también cuesta). Pero el estómago exige comer, sobre todo el de mi chico y ¡como soy tan buena!, pues no le dejo al pobre pasar hambre.
En momentos así recurro a cosas rápidas y que no den mucho trabajo, como estes san jacobos. Podría hacerlos congelados y acabaría antes, pero saben mucho más ricos si los hacemos en casa.
INGREDIENTES:
- 2 lonchas de jamón york un poco gruesas por cada san jacobo.
- 1 loncha de queso un poco gruesa por cada san jacobo.
- 1 huevo
- pan rayado
- aceite.
PREPARACIÓN:
Para formar cada san jacobo colocamos una loncha de jamón york, una de queso y encima otra de jamón y los pasamos por huevo y pan rayado. Calentamos el aceite en una sartén y freimos los san jacobos unos 2 minutos por cada lado (dependiendo de los gruesos que sean, cuanto más gruesos, más tiempo). Los ponemos sobre papel de cocina para que escurran la grasa y ya los tenemos listos.
Así de rápido. Mirad que jugositos.