Macarons!!! Qué bonitos son y cuánto asustan...
Tanto había leído sobre ellos, del miedo que much@s le tenéis, que estaba convencida de que no me saldrían... y no me salieron...
En una semana los hice 4 veces!!! Y al final les gané la partida. A ellos y al horno, con el que tenía que hablar claramente!!! Puede que no sean muy bonitos, pero a mi me encantaron.
Seguí la receta de Cristina, de
"Kanela y limón", un blog maravilloso que no debéis dejar de visitar.
La primera vez probé a hacerlos moliendo yo la almendra. No lo recomiendo. No si no se tienen los utensilios adecuados, como en mi caso, para que quede como comprada ya molida. Las otras veces no estaban lo suficientemente secos. Aún así los rellené igual y estaban muy buenos, pero no eran tan bonitos. Al final los dejé secar toda la noche y funcionó.
Con esta receta quiero participar en el concurso de Tere:
"Con T de Terecetario", que está realizando para celebrar su primer añito en el blog. Muchas felicidades!!!
Tere nos pide una receta en la que aparezca la letra "T", ya sea en el nombre, en la foto, con forma de "T"...
vamos, muy facilito. Todavía os quedan unos días, animaros a participar y de paso dar un paseíto por su blog, que es fantástico.
INGREDIENTES:
- 135 gr. de azúcar glass
- 100 gr. de almendra molida
- 70 gr. de claras de huevo
- 35 gr. de azúcar
- colorantes
PREPARACIÓN:
Empezamos preparando la plantilla para los macarons. Yo utilicé un cortapastas. Dibujamos los círculos sobre papel de horno, del tamaño de la bandeja y luego ponemos otro encima donde echaremos la masa de los macarons y guardaremos la plantilla, retirándola con cuidado, para futuras ocasiones.
Mezclamos el azúcar glass con la almendra y los tamizamos, cuantas más veces mejor. Yo lo hice unas 4 o 5 veces. Desechamos los restos que no pasen.
Montamos las claras. Primero a velocidad baja. Cuando esté como agua jabonosa, echamos el azúcar poco a poco y batimos a velocidad alta hasta que las claras estén como espuma de afeitar. Es muy importante que estén bien montadas, aunque le des mil vueltas al bol tienen que estar firmes y no caer. Añadimos el colorante.
Incorporamos la mezcla de almendra y azúcar glass y la vamos integrando con una espátula, con movimientos envolventes, sin que se bajen las claras. (Mirar arriba en el enlace el paso a paso de Cristina, que lo explica muy bien).
Echamos la mezcla en una manga pastelera con boquilla lisa y sobre el centro de cada círculo vamos dejando salir la masa hasta llenarlo casi por completo. Nos va a quedar una puntita que eliminamos dándole unos golpes a la bandeja sobre la mesa.
Ahora toca dejar secar los macarons. El tiempo depende de muchos factores, temperatura, humedad... Si le pasamos el dedo no puede dejar marca y tiene que estar la corteza dura. Yo necesité dejarlos secar toda la noche.
Y aquí llega otro de mis problemas. ¿Dónde están los 150º de mi horno?
Si ya los hornos de por si a veces no calientan lo que marcan, peor me lo pones si no sabes ni orientarte. Resulta que a mi horno se le borraron los numeritos, y solo se le ve uno, que me tuve que imaginar que sería 220º, por lo que a partir de ese, tengo que ingeniármelas para saber donde ponerlo en cada temperatura. (Vivimos de alquiler y ya cuando nos mudamos estaba así. Pero no solo la temperatura, también las funciones, los mandos de la cocina... por lo que tuve que probar y probar hasta saber donde poner calor arriba, abajo, etc y del temporizador ya ni hablamos. Pero bueno, antes ni siquiera tenía horno, así que mucho no me quejé, me lo tomo a risas!!! Y la chica de la inmobiliaria no sabia nadita de esa cocina!!!)
Así que podéis imaginaros lo contenta que me puse cuando me salieron, eso sí, no os puedo decir exactamente a la temperatura que les puse, por mis cálculos unos 140º, porque preferí marcar de menos que de más. En otras cosas da un poco igual, pero con los macarons la temperatura es muy importante.
Lo sé, tengo que hacerme con un termómetro de horno!!!!
Después de 15 minutos los saqué del horno. Dejamos enfríar y los rellenamos. En mi caso con chocolate.
Si no los habéis hecho, animaros... y si no os salén a la primera, no desistáis. Nadie nació aprendido y además de los errores también se aprende. De cada vez que no me salieron, supe lo que no hacer en la siguiente y al final, aquí está el resultado.
Serán más o menos bonitos, pero los hice yo... aunque no los comí sola, no soy tan egoísta!!!